¿Che, y la final es contra Sudáfrica? ¿O contra Italia, en un “retador” contra “campeón”?

Explotando un poco más el asunto “Mundial”, restan algunas observaciones:

Hace unos días leía en un blog en inglés los posibles motivos por los que el futbol “soccer” no ganaba popularidad en USA. Entre las teorías más fuertes se encuentran aquella que reza que el futbol es un deporte lento y aburrido, conjetura que se ilustra con ojos norteamericanos en el siguiente clip (el audio también es norteamericano, lo siento, si no sos bilingüe no se que podés estar haciendo en este sitio tan culto y exclusivo, además).

De más está decir que la acción en el futbol existe y que puede ser tan aburrido como muchos otros deportes cuando no juega alguien que nos interese o no hay derramamiento de sangre. Además, para juegos lentos, no debe haber mejor ejemplo que el baseball. La otra teoría manejada, tiene que ver con la exigua cantidad de puntos “anotados” por juego que presenta un partido profesional. Pese a que todos apreciamos un partido con muchos goles, dudo que un marcador más amplio fuera beneficioso para el juego.

Pero desde mi punto de vista, en USA el futbol no gusta sencillamente porque, aunque a estas alturas tienen negros y latinos como para hacer dulce, no lograr dar pie con bola en el asunto. No tienen un equipo deficiente pero se nota el poco interés que despierta este deporte en el enorme conjunto de la población.

El atractivo de este deporte es más bien viral, necesita contagiarse y expandirse para que podamos pasar dos horas frente a un televisor viendo un enorme rectángulo verde y un grupo de orangutanes descociéndose a patadas sin otro objetivo que trasponer la pelota la mayor cantidad de veces posible. En realidad, necesitamos de una adecuada dosis de bombardeo publicitario y periodístico para engancharnos de la manera que lo hacemos con cada partido, llegando a decretar asuetos laborales y lectivos. Desde luego que la conquista de triunfos es un aliciente considerable, pero si fuera el único impulso, a 24 años de no ganar un campeonato, hoy deberíamos estar aprendiendo zapateo mexicano antes de siquiera molestarnos en encender la televisión. Necesitamos también cosas para odiar más o menos inofensivamente, necesitamos el vuvuzelismo, un Niembro hablando constantemente del frio que hace, y a los Kirchner queriendo apropiarse de todo mérito ajeno, desde la multitud del 25 de Mayo a un eventual triunfo deportivo.

Y así, mantiene viva “la pasión” una indefinida nube de circunstancias, que engloban el supuesto patriotismo que despierta ver una camiseta, las imágenes mediáticas que luego se incorporan al folklore, las glorias individuales a falta de una conquista grupal y la inevitable imbecilidad de una población que vive, come y respira futbol mucho más allá de un mes cada cuatro años –que hoy discute sobre “donde se formó” tal o cual jugador pero que cuando no juega la selección jura que le importa más su club-.

El sobre estímulo, por otro lado, nos lleva a enlistar algunos deseos. A saber:

–          Que la voz de Shakira, acompañando cuanta cortina musical se presenta en radio y televisión, sea prohibida en los medios durante al menos dos años hasta que hayamos extirpado su registro de nuestra memoria.

–          Que el próximo mundial se realice en Rusia para que no sigamos incorporando palabrejas ridículas o, por lo menos, que hacerlo sea una tarea titánica, algo que desaliente a los perezosos e infradotados (ie: periodistas deportivos).

–          Que Messi haga el mejor gol del mundial y le ponga la mordaza en la boca (por ser delicados) a los que insisten en decir que no “siente la camiseta”, como si ellos, además de colaborar en los censos con su insignificante presencia, hubieran hecho algo por su país (el Ministerio del Interior informa a la gente que llega desde el google que no cuenta “comerse un trava por la patria”).

–          Que Maradona lo ponga unos minutos a Palermo, así los bosteros se convencen de que el pibe le pone mucha garra y todo pero no sirve para estas competencias.

Y pueden decirme Menottista, Bielsista, pecho frio. No podría importarme menos. 🙂

8 comentarios en “¿Che, y la final es contra Sudáfrica? ¿O contra Italia, en un “retador” contra “campeón”?”

  1. Me faltó mencionar que habitualmente les deseo la muerte a los que hacen las publicidades de quilmes, pero movistar se ganó el primer puesto en el podio esta vez.

  2. «- Que Maradona lo ponga unos minutos a Palermo, así los bosteros se convencen de que el pibe le pone mucha garra y todo pero no sirve para estas competencias.»

    El pez muere por la boca, decía el General.

    1. Bueno! Mi primer deseo cumplido… Bien podría haber sido el gol de Messi, pero la metió Palermo, me alegro por Palermo, un groso Palermo, debutando en la selección (de paso algunos periodistas tendrán que volver a adular a diestra y siniestra a Maradona, cosa que también me hace feliz). Ahora… Ud no era de Quilmes, amigo? Porque solo un bostero podría tratar de convencerse de que ese gol es una prueba de idoneidad.

      1. El optimista del gol es un constructo de hormigón armado sin articulaciones pero con un gran sentido de la oportunidad, y los goles feos valen lo mismo que los lindos.

  3. mordi :

    El optimista del gol es un constructo de hormigón armado sin articulaciones pero con un gran sentido de la oportunidad, y los goles feos valen lo mismo que los lindos.

    Las cualidades estéticas de los goles son irrelevantes. Hasta el más optimista del «optimista» (me refiero a Maradona) supo que este tenía que entrar una vez que el equipo esté en ventaja. Y, aun con todo el optimismo, dudo que eso cambie, pero quien sabe.

Deja un comentario